Existen varios tipos de extintores pensados cada uno de ellos para actuar en determinadas situaciones. Tendremos que analizar el tipo de incendio ante el que nos encontremos y el material que lo haya provocado para saber qué aparato utilizar.

Tipos de extintor

Una primera clasificación que podemos establecer está relacionada con el modo de uso. En este caso, has de saber que existen los manuales, automáticos y con ruedas.

Por otro lado, en función del tamaño, puedes encontrar los de polvo (tienen un peso máximo de 9 kilos), los de agua, que llegan a pesar hasta 12 kilos, los de dióxido de carbono (hasta 20 kilos), los automáticos (entre los 6 y los 9 kg) y, por último, los provistos de ruedas, los cuales alcanzan hasta los 100 kilos.

Otra clasificación relacionada con el peso es la que diferencia los portátiles, que no sobrepasarían los 20 kilos, y los portátiles móviles, los cuales excederían de esa cantidad.

Si nos fijamos en el material utilizado para la extinción del incendio, puedes observar que existen los extintores de agua, de espuma, de agua pulverizada, de espuma, de polvo y otros que utilizan el dióxido de carbono como agente extintor.

Como ya te hemos indicado al principio del post, no todos los aparatos tienen la misma función, por lo que es fundamental que utilices el extintor correcto para cada incendio, considerando el material que ha provocado el fuego.

De este modo, si el siniestro lo han producido cuerpos sólidos, estaremos ante un fuego de clase A. Si, por el contrario, el material inflamable es líquido, el fuego entra dentro de la categoría denominada clase B. Si la combustión se ha originado a partir de elementos gaseosos, el incendio será de clase C. Por último, la clase D engloba el fuego producido por los elementos metálicos.

Mantenimiento correcto de los extintores

Es muy importante que no olvides que estos dispositivos antiincendios necesitan de varias revisiones. La primera de ellas tiene lugar cada tres meses y en ella hemos de inspeccionar la accesibilidad y una correcta ubicación.

Además, hemos de comprobar el estado de los precintos y de los cierres de seguridad. Hay que cerciorarse de que están en buen estado y que funcionarán en caso de incendio. Deberemos examinar también la presión y que las mangueras o válvulas no tienen fallos.

Por otro lado, una vez al año hay que realizar otra revisión de estas piezas. En esta, se mirarán la presión, el peso de la bombona y el estado de precintos y seguros. Por último, recuerda que, cada cinco años, los aparatos deben pasar una prueba hidráulica.

Para asegurarte del buen estado de tus extintores, contacta con nosotros. Tenemos una dilatada experiencia de 20 años en el sector.